"Aquel cuyo nombre está escrito en el agua". Epitafio en la tumba de John Keats.
domingo, 18 de febrero de 2018
TU CASA DESIERTA
Tu casa desierta
visité una noche,
mirando al espejo
de sucios azogues,
la colcha, los lienzos,
las marchitas flores...
Todo descansaba
bajo el polvo insomne
y pensé un instante
en mi amor sin nombre.
Oscuro, el piano
era un bulto informe,
y en los pentagramas
de muertos acordes
alzaba el silencio
pedestal de bronce.
Las cosas morían
por tu sombra cómplice
y pensé un momento
en mi amor sin nombre.
Tus recuerdos juntos
me hablaban a voces:
las risas de plata,
los besos salobres,
manos que ardorosas
te hacían la corte.
Desde el umbral frío
sentí un hondo golpe
y pensé, callado,
en mi amor sin nombre.
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Una rima "becqueriana" para ilustrar un sentimiento de pérdida...
ResponderEliminarEl ejercicio literario es nuestro antídoto para el dolor de los días.
ResponderEliminarAsí es, una certera observación.
EliminarQué hermoso, Rafael!
ResponderEliminarGracias, eres muy amable.
EliminarCuánto habremos pensado en ese amor sin nombre,buscando el momento de verlo reflejado en la cara de alguien, y no encontrarlo. Éramos adolescentes. Ahora son las palabras, las que nos ayudan a inventarlo.
ResponderEliminarCuánto habremos pensado en ese amor sin nombre,buscando el momento de verlo reflejado en la cara de alguien, y no encontrarlo. Éramos adolescentes. Ahora son las palabras, las que nos ayudan a inventarlo.
ResponderEliminarEn efecto, Juan, aunque el poema se refiere a un amor encontrado y perdido después. La ausencia y el tiempo le van borrando el "nombre" que tenía en el corazón.
EliminarMe encanta !!
ResponderEliminarPues me alegro de que te guste.
EliminarGracias Rafael, genial como siempre!!!
ResponderEliminarGracias a ti y un abrazo.
EliminarQué bello escrito!!
ResponderEliminarTe agradezco esas palabras.
EliminarUn gran escrito..me encantó ..siempre es maravilloso recibir tan grandes escritos querido poeta.Besos.
ResponderEliminarY siempre es un gran placer que lleguen hasta ti. Besos.
EliminarQué buen poema.
ResponderEliminarMuchas gracias, bienvenida al blog.
EliminarExcelente aportación, muchas gracias.
ResponderEliminarDe nada, es un placer.
EliminarEl desamor es una fuente poderosa para hacer poesía.
ResponderEliminarSí,desde luego. Amor y desamor son las dos caras de una misma moneda poética.
EliminarExcelente! Gracias.
ResponderEliminarGracias a vosotros y a vuestra página.
EliminarBellos versos!! Un placer leerte!!
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarMuy hermoso.
ResponderEliminarEres muy amable, gracias.
EliminarEl desamor es como una estancia vacía y lúgubre, difícil para acostumbrarnos a ese estado yermico. Lo plantea muy bien desde su hermoso poema.
ResponderEliminarGracias por esas palabras tan precisas.
EliminarTus preciosas letras están escritas con el corazón. Es un honor para nosotros poder deleitarnos con tan bella poesía.
ResponderEliminarEl honor me lo hacéis a mí al recibirme en el grupo. Muchas gracias.
Eliminarque belleza Rafael, serena y triste.. una vez más lo bordas
ResponderEliminarY tú, una vez más, siempre fiel a mi blog, eres de las lectoras más antiguas y te lo agradezco mucho.
Eliminares para mi una visita obligada
EliminarPues aquí pienso continuar con mi labor.
EliminarIntenso poema, Rafael.
ResponderEliminarBello poema para describir la ausencia de ese amor sin nombre, Rafael.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
EliminarQue bueno.
ResponderEliminarMe alegro de que te guste.
EliminarEsta muy hermoso.Muchas gracias.
ResponderEliminarGracias a ti, Julia, por estar ahí.
EliminarMe gusta mucho!!
ResponderEliminarAgradecido por tu comentario.
EliminarSin embargo, el desamor reúne en un solo sentimiento convulso, las dos fuerzas más impetuosas que mueven al ser humano a tener que buscar palabras distintas a las del pacato racional mensaje: a saber, la pasión de verse vivir en otro y la muerte irreparable. Siempre sostuve, y así lo trabajaba en clase, que solo hay cuatro temas en el Arte: Vida y Muerte, centrales (y recíprocamente inseparables), y Tiempo y Amor, los transversos que nos dan la dimensión de nuestra incomprensible dimensión, tan inabarcable como pequeña. Por eso, por esa fuerza geminada que aparece en ese dolor que nos incendia los ojos mientras nos seca la lengua que no puede cantar la inundación del alma, es por lo que la gente que hace pinitos una sola vez en su vida en el cantar ritmado, lo hace en la ruptura de esa inocencia de la pasión, no sabida. Drama mayúsculo el ver alejarse al Ave cuando no tiene retorno y comprender que nunca había otra forma de verla
ResponderEliminarEfectivamente, fuera de esos cuatro temas absolutos que mencionas todo lo demás es hojarasca.
EliminarSiempre da gusto leer tus escritos.Gracias abrazo
ResponderEliminarY a mi me gusta compartirlos contigo.
EliminarPalabras de soledad. Muy ciertas las reflexiones. Felicito al escritor.
ResponderEliminarMuchas gracias, amigo.
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