"Aquel cuyo nombre está escrito en el agua". Epitafio en la tumba de John Keats.
miércoles, 18 de septiembre de 2013
SONETO A UNOS LABIOS
Pueden juntarse, como azul cantueso,
y en mi rostro su roce delicado
posar, el fiel aliento enamorado
de mis sentidos brevemente preso.
Pueden, en oración, el blando peso
alzar al firmamento, musitado
con palabras devotas, y a tu lado
muy hondo herirme pareciendo ileso.
Pueden, en fin, desde sus gradas puras,
alcanzarme en un vuelo, donde libo
mi nombre en mieles de tu voz de oro...
Aunque es, Amor, al tiempo que murmuras
los versos palpitantes que te escribo
cuando a tus labios plenamente adoro.
(De "Justa medida").
miércoles, 4 de septiembre de 2013
EL MIRADOR DE LA ALHAMBRA
Poned en el collar de sus palabras
la clemente sentencia;
y en el pilón gastado de su boca,
entre los surtidores de agua clara,
gotas de sol brillante.
Sobre el cañón del Darro, a cielo abierto,
se deslizan palomas de sus ojos,
lágrimas que regresan
transportando arrayanes en el pico.
Ved la sombra alargada, retraída,
frente a los corredores,
escuchad el suspiro
como niebla que enreda los cipreses
en el atardecer.
El viento da la mano a las dovelas,
enjuga sin cesar los azulejos
y, con su bocanada,
renueva el crisantemo de las cúpulas.
Que no os convoque nunca la codicia
ni el insultante apego de los hombres
que dominan el mundo,
sino la aristocracia de las almas
cuando inquirir queráis
el secreto de un puro paraíso...
Lentamente, desgrana
el diluvio del tiempo en los bancales
su aguanieve de horas,
su ceniza que borra el horizonte.
Con pesadez de plomo por los iris
el sueño de la vida nos aleja
- ¡oh, ciego torbellino de premuras! -
de la contemplación.
Pero en el cuarto oscuro
de nuestros corazones,
el recuerdo de reyes que en las trovas
y en todo cuanto alcanza la belleza
tuvieron su tesoro
con asombro se queda arrodillado.
(De "Beberse el Leteo").
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