"Aquel cuyo nombre está escrito en el agua". Epitafio en la tumba de John Keats.
miércoles, 20 de noviembre de 2013
POETAS ROMÁNTICOS INGLESES: CANTO VIII
Memoria en donde vibras,
hija de la Hermosura,
como las cuerdas de los violines,
como el sonido de las arboledas
y el cantar de las fuentes,
con esa música que se torna más débil,
pero que nunca desaparece,
suspiro del aire, perezoso
susurro de espumas
que viene hasta mi orilla desde ti.
Sentidos en los que tu dulzura
asentó su dominio
de jazmín y alhucema,
de quintaesencia de la primavera,
ungiéndome con aroma invisible,
llegando a la buhardilla
de mis sueños de hombre,
mensajera a la que siempre reconozco
cuando me entrega en mano
las cartas que me escribes.
Palabras que llueven despacio
para cubrir mi lecho,
igual que caen los pétalos
de las rosas de agosto,
y componen la lengua que me roza,
el abrazo de hechicera
agonía, la sábana
voluptuosa en que los deseos
una y otra vez
contemplan su Ave Fénix renacer de cenizas.
Pensamientos meciéndose en la tarde,
cobrizas ramas de los chopos,
cunas de mi alma niña
que te aguardaban desde el nacimiento,
que tenazmente te buscaron,
que ahora, en el ápice
de su gloria, notan también temor,
porque quizás el ladrón de la ausencia
cuando ya te hayas ido
arrebate al final todo ese lujo
que devolvió a mi vida tu alegría.
martes, 5 de noviembre de 2013
LA CUESTIÓN
En momentos insólitos
uno puede llegar
a sentirse feliz.
Desde que abandoné las tiranas
reglas de la métrica
noto que me ocurre.
Acabo de salir a la plaza.
El viento, optimista,
pone su palmadita en mis hombros.
Pasivos jubilados
estiran los raídos
calcetines del tiempo.
Veo el enjambre de críos
apelotonados frente al escaparate
de las chuches,
como dípteros sobre azúcar.
Quizá la libertad sea esto.
O algo muy parecido.
El problema consiste
en saber qué hacer,
en saber qué escribir.
La eterna cuestión,
que diría el clásico.
Dilema sin sentido,
que opinaría el holgazán.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)