domingo, 4 de febrero de 2024


 

La evolución de Atenas.
La "polis" de Atenas se formó tras una alianza entre varias poblaciones dispersas de la región del Ática. La creencia popular atribuía esta federación a la obra del mítico héroe Teseo. Su gobierno fue monárquico al principio, igual que en el resto de las ciudades griegas. El último rey ateniense, Codro, murió al rechazar la invasión de los dorios (siglo XI a. C.). En adelante se instauró un régimen republicano en provecho fundamentalmente de las familias nobles.
Durante el siglo VII a. C. las tensiones sociales comenzaron a aflorar. Hacia el año 632, Cilón intentó erigirse en tirano de la ciudad de Atenas con la ayuda de su suegro, Teágenes de Megara. Pero la conspiración fracasó y, aunque Cilón pudo huir, sus secuaces, que se habían acogido a la protección de la diosa Atenea, fueron asesinados en el mismo templo de Erecteo, de manera ignominiosa y sacrílega. Se hizo responsables del crimen a los Alcmeónidas, encabezados por Megacles, miembros de una ilustre familia ateniense a quienes se condenó al destierro como medida de purificación. A partir de entonces iba a pesar sobre esta familia una maldición que tendría consecuencias en la posterior historia de Grecia.
Como vimos en el capítulo anterior, hacia el año 620 quedó encargado Dracón de redactar las leyes de la ciudad. La constitución de Atenas en esa época era oligárquica y sólo la aristocracia ("eupátridas") y la alta burguesía poseían derechos políticos. El consejo del "Areópago" ejercía la suprema autoridad, pues elegía a los nueve "arcontes", principales funcionarios públicos, y vigilaba su actuación durante el año en el que cumplían su mandato. La oligarquía ateniense utilizaba a los ciudadanos más pobres para cultivar la tierra mediante el sistema del "mediero": si el labrador no podía pagar su parte del producto al propietario del fundo se exponía a ser vendido, juntamente con su mujer e hijos, como esclavo.
A comienzos del siglo VI a. C. la situación social de Atenas se hizo crítica. Enfrentada en una guerra con Megara por la posesión de la isla de Salamina, en la ciudad cundía la desmoralización. Un poema elegíaco escrito por el eupátrida Solón animó a sus compatriotas a seguir la lucha y Megara fue vencida. En otro poema posterior, Solón expuso con clarividencia los males de la época y se convirtió en la persona más destacada de Atenas. En consecuencia, en el año 594 a. C. fue elegido arconte. Solón asumió la labor de reconciliar a los atenienses, para lo cual hizo volver de su exilio a los Alcmeónidas. A continuación tomó una enérgica medida, la "seisacteia", o eliminación de cargas, por la cual todas las deudas hipotecarias y personales fueron canceladas, y prohibió para el futuro el préstamo de dinero con garantía personal.
Solón reorganizó también la constitución política de Atenas. Junto al Areópago colocó un consejo de 400 miembros escogidos por partes iguales entre las cuatro clases de ciudadanos, formadas de acuerdo con sus riquezas. Todo el pueblo tenía derecho a asistir a las asambleas y a elegir a los magistrados, a quienes podía pedir que rindiesen cuentas al fin del año de su ejercicio. En la asamblea se decidían los asuntos de guerra, paz, finanzas, etc. Se formó asimismo un tribunal popular, constituido por ciudadanos de más de 30 años, al que cualquiera podía apelar contra las sentencias de los magistrados.
Esta constitución fue el primer paso para el establecimiento de la democracia en Atenas. Pero las reformas de Solón (que fue reelegido arconte veintidós años seguidos) no duraron mucho. El Ática estaba dividida en los partidos de la "llanura" (nobles), la "costa" (comerciantes) y la "montaña" (desposeídos), y los conflictos se producían por cualquier asunto público. Al frente del partido de la montaña se encontraba Pisístrato, hombre de noble cuna, inteligente y tortuoso, que, apoyado por sus partidarios demócratas, se hizo tirano de Atenas en el año 560 a. C.
Fuentes: "Historia de Grecia" (Hermann Bengtson).
Imagen: Reconstrucción ideal de Atenas, según Leo von Klenze (1846).