sábado, 7 de agosto de 2021


 

La sociedad romana y su constitución política.
En los siglos iniciales de su historia, los romanos se hallaban divididos en "gentes" o clanes, compuestos a su vez de familias que se suponían emparentadas y llevaban el mismo nombre. El "paterfamilias", con el formidable poder jurídico que le confería la "patria potestad", constituía la unidad de la vida romana. Los jefes de las familias de las primitivas "gentes" fueron los primeros Patricios y sus descendientes formaron el gran orden del patriciado romano. Las "gentes" incorporadas más tarde a la ciudad integraban la "plebe", que no poseía derechos políticos hasta que los fue conquistando por la fuerza durante la primera época de la República.
Una asamblea popular, los "comicios curiados" se reunía en el "comicio", la cámara baja, por medio de la cual, así como por la institución serviana, los comicios centuriados del Campo Marcio, expresaba el pueblo su voluntad. La cámara alta, el Senado (compuesto inicialmente de "senes", ancianos jefes de familia) fue completada finalmente hasta reunir 300 senadores, todos patricios, llamados también Padres Conscriptos, por Tarquino el Antiguo. El Senado confería solemnemente el poder ejecutivo del estado al rey y después a los cónsules. El rey, electivo, delegaba los poderes punitivos, simbolizados por los "fasces" o haces y las hachas que ostentaban como signo de dignidad, a doce lictores. El rey nombraba normalmente a su sucesor, que tenía que obtener la aprobación del Senado para poder gobernar.
La revolución del año 509 a. C. tuvo en muchos sentidos un carácter conservador. Al desterrar a Tarquino el Soberbio, la población de origen latino y dedicada a la agricultura se alzaba también contra la minoría de origen etrusco, dedicada al comercio y a los negocios, que había dominado Roma durante los tres últimos reinados. Al rey vitalicio lo sustituyeron entonces dos magistrados anuales, llamados "cónsules", auxiliados por dos "cuestores" que se encargaban de la administración del erario y colaboraban en la investigación de los delitos. El poder ejecutivo de los cónsules estaba limitado por el mutuo veto en sus actos respectivos, por el peso moral del Senado y por el hecho de ostentar el cargo sólo por un año. También tenían un mandato anual los cuatro "ediles", que se ocupaban del mantenimiento de los edificios públicos, y los cuatro "pretores", magistrados de justicia y altos mandos del ejército en caso de guerra. Había asimismo dos "censores", elegidos por cinco años, que se encargaban de confeccionar el censo de la población, de fiscalizar la ejecución del gasto y de comprobar la conducta de los ciudadanos que aspiraban a los cargos públicos. Por último, y para casos de grave crisis, el Senado poseía la facultad de suspender el mandato de los cónsules y nombrar un "dictador" por un periodo de seis meses.
Fuentes: "Historia de Roma" (Theodor Mommsen). "Decadencia y caída del Imperio Romano" (Edward Gibbon).
Imagen: Recreación del antiguo Senado romano en una pintura moderna.