"Aquel cuyo nombre está escrito en el agua". Epitafio en la tumba de John Keats.
lunes, 23 de septiembre de 2019
LA BASÍLICA
Aquí surgió. Dispuso como pudo
los cimientos, paredes, arbotantes.
El aire dilató y en sus cuadrantes
aprendió del incienso el salmo mudo.
La contemplas cabal. Valor y escudo
en cotidianos púlpitos besantes.
El necesario abrigo, las sonantes
voces del bronce desprendido y rudo.
Hasta una faz de cenital cobalto,
hasta su tersa perfección primera,
erige Amor sus torres del asfalto.
Templo sagrado y nuestro, mundo, esfera:
mi piedra en ti, columna de lo alto;
tu luz en mí, multicolor vidriera.
sábado, 7 de septiembre de 2019
O P O R T O
No fue en el Sol, de carmesí piragua,
ni en el redondo cráter de sus vinos;
tampoco en los alcázares marinos
por los que el Duero su caudal desagua;
no lo sentí en sus violas ni en la enagua
tendida de sus calles y caminos,
que suben fatigosos, ni en los finos
sueños de esmalte que la noche fragua.
Del jardín del Edén oculta piña
alimenta al poeta… Pero el día
su sorpresa final me reservaba.
Hallé lo más valioso en una niña
que en la Iglesia de Clérigos sombría
dulces pupilas de piedad alzaba.
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