"Aquel cuyo nombre está escrito en el agua". Epitafio en la tumba de John Keats.
miércoles, 18 de septiembre de 2013
SONETO A UNOS LABIOS
Pueden juntarse, como azul cantueso,
y en mi rostro su roce delicado
posar, el fiel aliento enamorado
de mis sentidos brevemente preso.
Pueden, en oración, el blando peso
alzar al firmamento, musitado
con palabras devotas, y a tu lado
muy hondo herirme pareciendo ileso.
Pueden, en fin, desde sus gradas puras,
alcanzarme en un vuelo, donde libo
mi nombre en mieles de tu voz de oro...
Aunque es, Amor, al tiempo que murmuras
los versos palpitantes que te escribo
cuando a tus labios plenamente adoro.
(De "Justa medida").
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Esos labios que musitan clemencia,
ResponderEliminarbrevemente temblorosos y exitados,
esos labios ardientes y echizados
que me empequeñecen en su precencia.
son dos rosas que derraman su fragacia
en los claros amaneceres abermellados
cuando en uida los cielos estrellados,
se compacen en adornarlos de gracia.
me matan y ellos ni tan siquiera lo saben
ay galán que te apollas en la cobardía,
de unos besos que en los tuyos ya arden.
no se imagina esa llama endendia
que en mis noches son como el fuego
que me quema en esa su llama fría.
Gracias por este obsequio inesperado, seas quien seas.
EliminarEscribir versos a unos labios enamorado en fragancia de azul, y mieles, es el placer de todos los versos más emblemáticos que se pueda leer, mil gracias por este bonito poema,Rafael Simarro.
ResponderEliminarGuadalupe.
Unos labios muy especiales que besan, rezan, pronuncian el nombre del poeta y, sobre todo, se encienden con los versos que escribe... Celebro que te guste.
EliminarEllos tienen el poder de dar vida a la palabra... bello soneto, gracias Rafael!
ResponderEliminarEl poder de la palabra, de la ternura, de la pasión... ¡de tantas cosas!
EliminarMe encanta!!
ResponderEliminarUn soneto bien construido, aunque más frío que otros a los que nos tienes acostumbrados
EliminarPara Mara Romero Torres: es un placer tenerte de vuelta en el blog.
EliminarPara "Anónimo": el molde clásico del soneto, como ocurre con el mármol, puede resultar un tanto frío; en este caso, además, se da la circunstancia de que no es una composición reciente y el estado anímico del autor ha podido cambiar desde que la escribió...
Estupendo soneto Rafael, con el sabor de los grandes poetas clásicos. Enhorabuena.
ResponderEliminar..Preciosoooo!!! Gracias por compartirlo. Besos.
ResponderEliminar..hermosisimo Rafa, me uno a los anteriores comentarios. Felicidades!!
ResponderEliminarMuchas gracias a los tres por vuestra fidelidad y asistencia al blog.
ResponderEliminarSiempre me causan admiración los sonetos y este, tan tierno me toca la fibra. Esos labios por fuerza tienen que ser Los labios, con mayúsculas. Los labios que te hacen sentir todo el AMOR que las buenas personas llevan dentro.
ResponderEliminarUn aplauso también para ese anónimo que ha dejado otro para nuestro disfrute.
Sí, los labios "con mayúsculas", como bien dices. Los únicos por los que merece la pena sentirse poeta... Gracias una vez más, Merche.
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