"Aquel cuyo nombre está escrito en el agua". Epitafio en la tumba de John Keats.
sábado, 8 de diciembre de 2012
ESCRITO PARA ROMÁNTICOS
Se puede llorar sobre una carta.
O ingresar al alma
en blancas unidades de quemados
tan sólo por la rozadura de unos ojos.
Y más de un día desear morir.
Hay algo
que las autoridades sanitarias,
tan solícitas con nuestro bienestar,
no han advertido aún.
Algo potencialmente más nocivo
que todos los narcóticos
y grasas de la tierra.
Llaga que profundiza despacio,
como si nos cavaran
oscuros azadones.
Música con sordina
que gotea
desde los atriles de la aurora
hasta la pisoteada tarima
de cada anochecer.
No he leído
que pensar y sentir en exceso
perjudique a la salud.
Aunque con estos pájaros
de la ingeniería social
cualquiera sabe.
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Está bien este cambio en tu estilo habitual. Como fumador me agrada esa alusión que haces a las campañas anti-tabaco, que no dejan de ponernos en el centro de alguna diana.
ResponderEliminarUn saludo.
Creo que hay que estar en guardia contra el exceso de celo de ciertas "campañas". Por muy buenas intenciones que tengan siempre acaban por querer dirigir la vida de los demás. Y eso los genuinos románticos no vamos a admitirlo así como así...
EliminarPero Rafael, porqué dices que el romanticismo es nocivo? Me gustaría que lo aclarases para comprender mejor este poema.
ResponderEliminarPara el romántico la aspiración a la libertad tiene que ser radical. Y no hay droga más potente que ésa. Aunque, como todas las drogas, nos pueda hacer mucho daño.
EliminarTe agradezco tus palabras.