"Aquel cuyo nombre está escrito en el agua". Epitafio en la tumba de John Keats.
sábado, 20 de octubre de 2012
CUANDO ESTÉS
Abriré tu colmena,
tus secretos panales,
para con tu ternura
ablandar mis alambres.
Me beberé tu mosto,
el que corre cual sangre
en bodegas de besos
que son vino y son aire.
Al borde de tu pozo
notaré lo insondable,
el cielo en tu mirada
entre negros esmaltes.
Hasta el codo las manos
felices y brillantes
hundiré en tus salinas,
que en luz ardiente yacen.
Corriendo por tus campos
me dormiré pensándote
y quizá entre las flores
te pida que me ames.
Desde la cumbre alta
de tu frente de ángel
renacer veré un mundo
que tuve por exánime.
Me sentaré en tu playa,
midiendo el oleaje,
y te diré al oído:
¡mi cariño es más grande...!
(De "Las manos de Euterpe").
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Hermoso como siempre Rafael, me gusta mucho.
ResponderEliminarLlegar al corazón por el camino de la belleza: esto es para mí la poesía. Gracias por venir.
EliminarTe felicito por haber escrito algo tan bonito y sobre todo por el momento que debiste vivir cuando lo escribiste, situaciones que inspiren versos con tanto encanto deben ser inolvidables.
EliminarEn efecto, son inolvidables, y el poema en el fondo no es más que un intento de apresar con palabras lo que por naturaleza es efímero...
EliminarVeo que también tienes soltura con los versos cortos. Este poema "llega" bastante y además es fácil de recitar. Enhorabuena.
ResponderEliminarGracias por tus palabras y presencia. Este trabajo culmina lo que podríamos llamar prólogo del blog. A partir de ahora, las entradas serán poemas completamente nuevos.
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