"Aquel cuyo nombre está escrito en el agua". Epitafio en la tumba de John Keats.
viernes, 3 de noviembre de 2017
EL GORRIÓN
El ronco eco del trueno enmudece
tras la áspera muralla de las montañas.
Gotean los cabellos verdes de las espigas
en medio del vacío silencioso
abriendo una cueva en la tarde.
Los senderos del parque
urbano se han convertido
en torpe lodazal, bajo las cautelosas
pisadas de los pocos viandantes
que de nuevo se atreven a salir,
cuando la tormenta aún palpita.
Encogido sobre sí mismo,
en el ángulo de un banco encharcado,
tiembla un gorrión.
Las plumas, negras de agua,
apenas bastan para cubrir
la tierna piel, mientras respira
miedoso y jadeante.
No puedo imaginar criatura más frágil
ni más vulnerable
en todo el Universo,
precisamente ahora que las cosas
recuperan despacio la tersura
en la repuesta calma de los aires.
Pequeño hermano
indefenso, abandonado pupilo...
me llamas la atención
al mostrarme un aleteo de inquietud
sobre tu tabla precaria
y a mi mirada inspiras.
Tal vez no seamos diferentes,
pues, igual que a ti, las hostiles
tormentas de la vida me ahogaron
con su severa catarata,
con su cadena densa
de rudos eslabones,
y al contemplarte, entre ropas mojadas
y harapos de sueños, estoy mirando
al deshecho pájaro de mi mocedad,
esa triste sombra aterida
e incapaz, como tú, de emprender
a su arboleda el vuelo de retorno.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
El corazón necesita a veces de sus propias lágrimas para poder lavarse, como en este poema.
ResponderEliminarQué bonita reflexión... sale de este sentimiento!!! Muy identificada con ello en este mundo tan cambiante y discordante. Gracias Rafael, un abrazo.
ResponderEliminarLos sentimientos poseen vida propia y nunca deben ser reprimidos. Celebro que te haya gustado.
EliminarHermoso y gracioso el gorrión. Saludos Rafael.
ResponderEliminarMe alegra que te guste, es grato compartir mis versos contigo.
EliminarRafael es hermoso, felicidades. Muchas gracias.
ResponderEliminarGracias a ti por recibir así mi poema.
EliminarSiempre hay que recibirlos bien, si son hermosos.
EliminarTienes razón, de eso se trata, de conseguir belleza.
EliminarMe encanta este poema aunque seas el tema áspero,tu musa extraordinaria.Gracias.
ResponderEliminarEsa musa siempre está presente, de una u otra manera. Gracias por dejar tu comentario.
EliminarFantástico, amigo poeta. Un saludo.
ResponderEliminarGracias por tus palabras y un saludo.
EliminarQué hermoso es tener grandes sentimientos para escribir, amigo. Siento no poder leerte antes. Gracias por pensar en mí para tus escritos.
ResponderEliminarYo sé que, pase lo que pase, eres una lectora fiel y por eso lo tengo en cuenta.
EliminarExcelente escrito, ha sido un placer leerlo.
ResponderEliminarPues seguiremos componiendo poemas sentidos. Gracias, amiga.
EliminarGracias por compartirlo, es hermoso.
ResponderEliminarDe nada, me alegra que te guste.
EliminarBellísimo poema, Rafael! Me conmovió, me gustó mucho. Gracias por traerlo. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarEs un placer compartir mis poemas contigo.
EliminarMe encantó!!
ResponderEliminarGracias, eres muy amable.
EliminarQué bonito poema!
ResponderEliminarGracias por tus palabras.
EliminarPreciosas letras, un placer leerlo.
ResponderEliminarGracias por dejar tu opinión.
EliminarMejor nos iría si siempre miráramos e hiciéramos las cosas con el corazón.
ResponderEliminarPues sí, querida Cristina, tienes toda la razón.
EliminarPreciosa reflexión.
ResponderEliminarGracias, amiga. Me alegra que te haya gustado.
Eliminar..un poema que rebosa ternura por los cuatro costados
ResponderEliminarEsa esa la intención y la inspiración
Eliminarpues uno delos que mas me han gustado, aunque me gustan todos
EliminarMe consta tu fidelidad y te la agradezco mucho.
EliminarPuro lirismo poético, desgranado en tres fases...
ResponderEliminaruna primera visión general, le sigue el detalle de un objeto concreto y, finalmente, la repercusión en el espíritu del poeta...
ResponderEliminarCreo que ni yo mismo lo habría explicado mejor. Muchas gracias, amigo.
EliminarBueno bueno, habituado a tus sonetos me olvidaba de que también escribes en versos libres. Aunque creo que los primeros me gustan más.
ResponderEliminarYa dije al comenzar con este blog que los estilos no son incompatibles, y ahora me permito añadir que quien escribe poesía debe evitar por todos los medios caer en la monotonía. Por eso me gusta alternar todo tipo de poemas, Roberto.
EliminarSí, claro, pero si sigues a los clásicos te debe resultar un poco raro ese cambio de registro, no?
EliminarSigo a los clásicos y también a otros muchos poetas. Hay que huir de etiquetas y encasillamientos, amigo.
EliminarPrecioso!!
ResponderEliminarMuchas gracias.
Eliminar