"...y siempre en el sepulcro estaré ardiendo".
Francisco de Quevedo.
Mal enmascaran desnudez los años
y al roto armiño sin cesar cayendo,
pero, a despecho, yo te estoy queriendo
con asombro de propios y de extraños.
Ya ni cuento el dolor, los desengaños
acaban pronto por partir huyendo,
que de tal suerte voy entretejiendo
la red estoica de mis muchos daños.
Más profesión de fe que de esperanza,
a no mudar atada la costumbre,
esta pira ni mengua ni se enfría.
De la madura edad hecha semblanza,
apenas dudo que senil alumbre
y hasta después de la existencia mía.
Preciosos versos. Felicidades, poeta, un placer leerlo.
ResponderEliminarCordiales saludos desde Miami.
Jeniffer Moore
Te doy las gracias juntamente con la bienvenida al blog. Me satisface mucho haber llegado hasta La Florida...
EliminarSi a pesar de todo "esta pira ni mengua ni se enfría" ... Sin duda triunfa el amor.
ResponderEliminarHermosos versos Rafael.
Besos.
Así es, aunque todo esté en contra... Gracias una vez más por tu visita y tu comentario.
EliminarRafael Simarro,la imagen que se ve ahí con tanto sol deslumbrante,tan cerca de la tierra,por ese camino que se ve tan bonito verde,y sentir querer y desengaños,por el camino verde,que ya ni cuenta que has partido,por tanta fe, que no llega a enfriar hasta después de la existencia, pasando los rotos años. felicidades,el poema es un placer gracias.
ResponderEliminarGuadalupe.
El sol poniente simboliza la hoguera interior del poeta, que no se apaga con el ocaso ni aun después... Te agradezco tus palabras.
EliminarBuen soneto, Rafael Simarro.
ResponderEliminarMuchas gracias, es más mérito del "maestro" que mío.
EliminarEste soneto lo encuentro quevediano a más no poder, como es medio paisano tuyo me empezaba a extrañar que no pusieras alguna cita suya. Muy logrado lo de la "pira".
ResponderEliminarSí, medio paisano y enorme poeta. Lo admiro mucho y lo releo continuamente.
Eliminar.."y hasta después de la existencia mía", que bonito Rafa!!!
ResponderEliminarEl tema del amor que perdura más allá de la muerte pertenece a Quevedo. Yo sólo lo he glosado a mi manera. Gracias como siempre por ser asidua de esta "casa".
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