Morder la rosa que tu labio ofrece
entreabierta, sensual... Ser el bajío
de tu boca velera, el lento estío
del beso que la entibia y humedece.
Sobre tu piel, que al tacto se estremece,
deslizarme con dedos de rocío...
Pulsar un clavicordio. Ver el río
que en tu desnudo cuerpo resplandece.
En un turgente frenesí de dunas
mis brazos anudar... Sentir que, añejo,
este fuego despierta si lo acunas.
Para después temblar, acto reflejo,
las cadenas soltando de dos lunas,
y hacer mi carne de tu carne espejo.
La sensualidad, el erotismo incluso, comportan una variante esencial de la poesía amorosa. Pocos aspectos tan "descarnadamente" humanos sirven de alimento a la lírica...
ResponderEliminarRafael, lo has bordado con canalé y blonda, excelente.
ResponderEliminarGracias amigo, había materia para recrearse con la "aguja"...
EliminarQUE SONETO TAN HERMOSO Y ROMANTICO RAFAEL!!!
ResponderEliminarSi te lo pareció la finalidad del poema se ha cumplido...
EliminarMe encantó!! Un erotismo sublime y rebosante de sensualidad. No dejas de impresionarme, tu sutileza y elegancia para cualquier composición poética, y este soneto es excepcional. Gracias y abrazos, Rafael.
ResponderEliminar"y hacer mi carne de tu carne espejo".
Te agradezco sumamente tan cálido comentario. Hablas de "erotismo sublime", pero en relidad no se desnuda a un cuerpo sin que antes se haya despojado al alma de todas sus vestiduras...
EliminarEsto sí que es un erotismo fino y exquisito!! El mejor vehículo para desnudar el alma es la palabra... Abrazos.
EliminarDices bien, la palabra y la confianza con que se pronuncia.
EliminarQué bonito versos, me quedo complacida eternamente,leerte es un placer Rafael Simarro, gracias por escribir muy cordial saludos.
ResponderEliminarGuadalupe.
He dicho muchas veces que un poeta no es nada sin sus lectores y ahora, al ver tu comentario, lo repito de nuevo. Espero seguir complaciendo tu gusto por la poesía.
EliminarExcitante poema... Gran poeta...
ResponderEliminarMuchas gracias, amigo, y bienvenido a este rincón poético.
Eliminarun soneto precioso!!!, genial Rafa...
ResponderEliminarUn placer reencontrarnos, Julia.
EliminarUn extraordinario poema, delicado, elegante y extremadamente sensual. Un juego de todos los sentidos que concluye con la pérdida del mismo sentido. Una descripción de la verdadera unión, cuando se desnuda el cuerpo y alma.
ResponderEliminarFelicidades!!!!
Creo que te has "empapado" bien con el soneto, tanto en la forma como en el fondo. Tu glosa me parece extraordinaria. Muchas gracias por volver a este permanente diálogo poético.
EliminarBello soneto y bellísimo verso final. Gracias, Rafael.
ResponderEliminarTodo soneto exige un esfuerzo de concentración. Aprecio de veras que te guste.
EliminarTe manejas espléndidamente en la poesía ´"erótica", como en todo. He intervenido como jurado en bastantes concursos de este tipo de literatura y te puedo asegurar que la mayoría de las imágenes y metáforas que se emplean no son tan sutiles como las tuyas...
ResponderEliminarUn saludo, Rafael.
Ya me supongo, aunque yo también conozco textos con un estilo digamos más directo, incluso "vulgar", que no dejan de tener su "pegada". Sin embargo, cada autor debe encontrar sus propias maneras y hallar los recursos necesarios para expresar lo que desea decir. Por mi parte, como sabes, me decanto por los clasicos, son mi debilidad...
EliminarDELICIOSO...
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado.
Eliminar...Y para muestra un botón, como se suele decir, aunque en este caso tu poema es un broche de oro. Un placer leerte, Rafael. Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Antonia, por lo del "broche de oro". Esperemos que no se acabe el muestrario... Y en cuanto al placer de leerte por mi parte es igual. Un abrazo.
EliminarEl buen orífice siempre encuentra el modo de tallar y dar forma a una nueva joya... Abrazos.
EliminarMuy bueno... Se nota lo que vales.
EliminarExquisito!!
ResponderEliminarClaro, es hermoso.
EliminarLa belleza, para mí, es la finalidad de la poesía.
ResponderEliminarEste poema, corto pero con profundo lirismo rebosante, trasciende el límite de lo sublime y puro de dos cuerpos que se aman. Felicitaciones por ver el amor de esa manera.
ResponderEliminarLa ciudadela del amor posee innumerables puertas. El poeta puede recorrerlas todas.
Eliminar