"Aquel cuyo nombre está escrito en el agua". Epitafio en la tumba de John Keats.
lunes, 11 de agosto de 2014
NINFEO
Si sabes, ninfa, hacer que me enamore
con la amapola urgente del deseo
y al hilo de tu angosto devaneo
que ya en la calle o entre rejas llore,
conseguirás seguro que te adore,
pues todo lo que escucho y lo que veo
lo llenas tú, con alto pastoreo
que no admite que norma lo valore.
Moras como gigante diminuto
en mi cuerpo mortal, me ves caerme
y levantarme limpio con tu fruto.
En mí penetras para poseerme.
En mí te quedas para, en tu absoluto,
el corazón de pulpa deshacerme.
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"Ninfeo": construcción que en los jardines de estilo clásico o renacentista puede encontrarse alrededor de un estanque, fuente o surtidor. También este soneto es una construcción alrededor del pozo del alma...
ResponderEliminarAgosto de Ninfas, gran composición.
ResponderEliminarAgosto de soledad y de recuerdos... Gracias, José, y un saludo.
EliminarQUÉ HERMOSO SONETO RAFAEL, Y LA ILUSTRACIÓN JUSTA!!
ResponderEliminarLa imagen se sobrepone a la palabra o es el complemento más fiel de ella. Un abrazo.
EliminarGracias!!!
ResponderEliminarYo te las doy a ti por tu fidelidad a la poesía.
EliminarMuy lindo poema.
ResponderEliminarTambién se hace arquitectura con las palabras...
Eliminartotalmente!
EliminarY los "edificios" que levantan son hermosos para que perduren.
Eliminar¿De quién es la imagen que acompaña al poema? Supongo que de un prerrafaelita, me encantan.
ResponderEliminarPuede ser, la encontré en una página de pintura inglesa, aunque no recuerdo el autor.
EliminarGracias Rafael Simarro porque ya estás de vuelta con tus letras, gracias también por este bonito soneto que me ha llegado hasta aquí, tan romántico, que embelesa en todos sus versos. Muy cordiales saludos.
ResponderEliminarYa tenía ganas de volver y "matar el gusanillo". Saludos, Guadalupe.
Eliminar¡Excelente soneto, y muy hermoso! Un abrazo.
ResponderEliminarAbrazo compartido, me alegra encontrarte de nuevo.
Eliminar..bienvenido de nuevo a "tu casa" Rafa, yo he pasado muchas veces estos días para releer poemas..
ResponderEliminarCon tus lecturas en mis poemas no se habrá posado el polvo. Muchas gracias, Julia.
EliminarSolamente la poesía da lugar a antítesis como esta: "Moras como gigante diminuto...". Me ha llamado mucho la atención.
ResponderEliminarGracias, Roberto. Detallista y perspicaz, como siempre.
EliminarPrecioso Rafael, un soneto que se traduce como un cacito de agua de ese pozo del alma... me quedo con este verso: "Moras como gigante diminuto en mi cuerpo mortal". Abrazos.
ResponderEliminarEn toda semilla va implícito el árbol, como un "gigante diminuto"... Así ocurre con el amor.
EliminarCierto... Una semilla que crece tácitamente y en su brotar se enreda y resplandece en el alma del poeta...
EliminarY en esa alma arraiga y pervive.
EliminarEn mi penetras para poseerme...como la lluvia en la seca tierra, como la llana en el fuego, como el fro en el hielo, como el amor en un corazón puro
EliminarBellísimo!!!
Muchas gracias por tus sentidas y hermosas palabras. "Como el amor en un corazón puro", la poesía no debe resultarte ajena cuando escribes así...
EliminarEscribir así no es más que el resultado del sentimiento que me provoca leer a grandes poetas como tu
EliminarEres verdaderamente amable. No me considero un "gran poeta", pero desde luego comentarios como el tuyo constituyen el mejor estímulo para intentar llegar a serlo. La próxima entrega del blog será ya en septiembre y espero volver a encontrarte por aquí...
EliminarSon duda volveré, porque es aquí donde encuentro el "paraíso" en el que me gusta perderme
ResponderEliminarUn saludo
Bello, Rafael, gracias.
ResponderEliminarEs un placer, Magda, me gusta compartirlo contigo.
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