"Aquel cuyo nombre está escrito en el agua". Epitafio en la tumba de John Keats.
domingo, 24 de febrero de 2013
ESENCIAS Y CONTRASTES DEL AMOR
"No es perpetuo el placer, ni lo es el llanto...".
Juan Boscán.
La blanda risa y el dolido aliento
criaturas son para acabar nacidas;
pues obras cualesquiera acontecidas
labran su fin con gozo o sufrimiento.
El padre Tiempo con su movimiento
detiene las menguadas y crecidas
cosas, que alfombran luego nuestras vidas
como seca hojarasca bajo el viento.
No me quejo por ello, quede claro,
porque el destino, en similar derrota,
al espino y la flor postrero aguarda.
Por la desproporción va mi reparo:
la que sorbe en tu labio breve gota
y en tu espera un caudal que ya se tarda.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Me encanta la imagen que has puesto, es una de las más bonitas. En cuanto al soneto recuerdo haberlo leído antes, me puedes decir dónde está publicado?
ResponderEliminarMe alegro de que te guste la imagen de la rosa solitaria. El soneto, en efecto, lo puedes encontrar en el número XLIII de la revista "Manxa", y se da la circunstancia, además, de que es uno de los pocos poemas que yo he recitado en público.
EliminarEfectivamente en el amor como en la vida existen esencias y contrastes, quizá por eso sea tan apasionante, y tu lo plasmas perfectamente en este soneto. Por otra parte decir que la imagen escogida es preciosa, aunque a mi no se por que me entristece al verla.
ResponderEliminarEsa rosa solitaria y abatida, en medio de un desierto, ¡se parece tanto a lo que en muchas ocasiones es el alma del poeta...! Pero por suerte están ahí los fieles lectores, como tú, para hacer que la rosa se levante de nuevo y regrese a la vida.
EliminarGracias por convertirme en Lázaro.
El verso de Boscán es una forma culta del popular "no hay mal que cien años dure". Pero lo que me gusta del soneto es que has ido más allá del tópico, como si no te bastara, como si quisieras matizar, puntualizar, advertir. Y eso es lo que, a mi parecer, le otorga a tu obra su valor propio.
ResponderEliminarSí, es como tú dices. Cuando leí lo que Boscán propone de inmediato pensé que desde luego era cierto, pero que no suelen durar lo mismo el placer y el dolor (o la gozosa presencia de la amada y la amarga espera). Y de ese pensamiento surgió la inspiración para el poema.
EliminarGracias por dejarme tu comentario.