"Aquel cuyo nombre está escrito en el agua". Epitafio en la tumba de John Keats.
martes, 5 de mayo de 2015
EL AMOR LLEGANDO A DESHORA
"Tendremos mucho tiempo", musitaste.
Y el terciopelo
de tu mirada lo estaba confirmando.
Mucho tiempo... para ver despuntar
los copos del almendro,
las lágrimas de luz
que en el arroyo tiemblan;
para sentir el peso
de las calientes piedras del verano
y el ocre que se desangra
en cada crepúsculo;
para apagar, uno a uno,
el pabilo de los luceros
en las noches que empiezan a durar
de la otoñada,
con las gotas de lluvia
pintándonos senderos en la piel;
para ponerle su bufanda
terrosa al muñeco de nieve;
para reir con las heladas
campanillas,
y estremecerse entre cobertores
y desesperarse...
Sí, tendremos mucho tiempo.
Salvo para que alce
el dios adolescente
su vuelo ya olvidado
y se libre del hierro y del arnés.
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La vida puede a veces concedernos un sueño... y al mismo tiempo denegarnos su oportunidad.
ResponderEliminarQué belleza de versos!!! Fluidos, armoniosos, sutiles!! Ese cierre es precioso estimado Rafael!!!
ResponderEliminarMe alegra una vez más no haber decepcionado tu expectación por mi página...
EliminarCertero escudriñar en los sentimientos ya pasados, con la maestría que acostumbras, siempre con algo de tristeza en tus poemas, pero siempre también con una calidad que conmueve!
EliminarCuando se vuelven del revés esos sentimientos es inevitable hallar un punto melancólico... El precio de la belleza.
EliminarAsí es, gracias por compartir esa belleza conmigo!
EliminarAún queda una larguísima cosecha por hacer...
EliminarMe alegra mucho!
EliminarUn abrazo!!
EliminarNunca hay demasiado tiempo... a veces apenas un instante ha de valer por toda una eternidad.
ResponderEliminarUn abrazo, Rafael.
Muy cierto lo que dices... se nota que tu percepción es muy especial. Un beso, Magda.
EliminarMe has recordado esto que me asaltó hace algún tiempo:
Eliminar"Te quise,
pero a destiempo.
Me amaste,
pero a deshoras".
A veces el amor no encuentra acomodo en las manillas del reloj...
Al tiempo se le pinta como a un viejo hosco y voraz, y al amor en cambio como a un niño. Resulta difícil que se entiendan...
Eliminar¡¡Lindo poema!! Las voces emanan del corazón y se posan en los labios del enamorado, trémulas... /"Tendremos mucho tiempo", musitaste./ Un placer leerte, gracias y abrazos Rafael
ResponderEliminarLo que llamamos "mucho tiempo" suele resultar más corto de lo que quisiéramos... Nunca somos dueños de nuestros deseos. Abrazos compartidos.
EliminarGracias Rafael... Espléndida... siempre
ResponderEliminarEs un placer que te guste mi poesía y poderla compartir.
EliminarY tus letras a tiempo Rafael. Un abrazo y muchas gracias por compartir.
ResponderEliminarDe nada, amigo. La puntualidad literaria nos compensa de algunos trenes perdidos...
Eliminarel don de la oportunidad casa poco con los sentimientos... es una maravilla como nos lo recuerdas...
ResponderEliminarSólo escribo de vivencias, propias o de otros. Importa la huella que nos dejan...
Eliminarescribiendo asi encontraras eco en tus lectores... estoy segura
EliminarGracias, Julia, tu opinión es reconfortante.
EliminarGracias Rafael.. bellísimo!!
ResponderEliminarAl contrario, yo te doy las gracias a ti por venir...
Eliminar¿Y no será que las oportunidades las aprovechan quienes menos escrúpulos sienten? Una pregunta que me surge al leer tu poema y el comentario introductorio...
ResponderEliminarBuena pregunta, Roberto... aunque creo que los "escrúpulos" no agotan todos los aspectos de esta cuestión.
EliminarBien, concedamos eso. Pero en mi opinión no pocas veces van a convertirse en factor decisivo.
EliminarUn tema para debatir, sin duda. Gracias, como siempre, por tu aportación.
EliminarGracias por tu poema Rafael, ya tú mismo lo dices, no somos dueños de nuestros deseos... Cobertores, una palabra antigua que escuchaba de niña, me encanta que resalte en tus versos...
ResponderEliminarPalabras antiguas para sentimientos perpetuos... Un placer.
EliminarLEERTE... ME NKANTA...
ResponderEliminarY a mí contar contigo en esta página.
EliminarBELLO RAFAEL GRACIAS
ResponderEliminarCreo que visitas el blog por primera vez... Te doy la bienvenida.
EliminarEl amor que no sabes cuando llega, ni qué puerta abre, ni qué ventana cierra... El amor que sólo llega, lo invade todo, como el gris en un cielo de tormenta, como el sol que dormitando en el alféizar, anuncia la primavera. Un placer leerte. Y paciencia, poco a poco me iré poniendo al día... Veo que tengo mucho que leer y comentar. ¡Abrazos!
ResponderEliminarMagníficas palabras... Y mejores aún las noticias sobre tu recuperación. La República de las Letras se honrará en recibirte de nuevo, Antonia.
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ResponderEliminarGENIAL Y BELLO POEMA CON GRA RITMO Y BELLA CADENCIA POETICA EN LO VERSOS RAFAEL
Muchas gracias por tus palabras y por difundir mi poema.
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