Yo le dije a la mano:
esculpe su cintura.
Y les dije a los pies:
para que no se engañedescalzaos ante ella.
Y a todos los cabellos
de mi cuerpo
les dije:
quiero que seáis espigas
cuando os toque su espuma.
Y de tanto sacarlos
de mí mismo
ya me quedé sin mano,
sin pies y sin cabellos:
y acabaré
algún día
por hacerme invisible.
No se si cuando dices lo de hacerte invisible lo dices como si se tratase de un reproche, lo cierto es que a mi me encantaría y por cierto la imagen elegida es muy inspiradora, transmite mucha pasión al igual que el texto,...me gusta
ResponderEliminarNo es un reproche, sino más bien un hecho: la consumación en la entrega a la otra persona te lleva al extremo de deshacerte, de disolverte... de hacerte invisible. El propio "yo" vive en otro sitio, está en otro sitio. Eso es lo que está detrás del poema. Y me alegro de que te guste.
EliminarMe habían dicho que los poemas de amor eran tu fuerte. Este lo encuentro original, sobre todo por lo de la "invisibilidad".
ResponderEliminarUn saludo.
No sé si son mi fuerte, pero es verdad que he escrito muchos, en verso libre y, especialmente, en sonetos. Otro saludo cordial para ti.
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