viernes, 6 de junio de 2025


Fin de Macedonia y llegada de Roma. 

En el año 220 a. C., Filipo V subió al trono de Macedonia. Intervino en las luchas de aqueos y etolios en favor de los primeros, e intentó ayudar al cartaginés Aníbal en su guerra contra los romanos. El resultado final de esta política fue la derrota de Macedonia a manos de Roma en Cinoscéfalos (197), donde las legiones romanas se impusieron a las falanges macedónicas. Así, en los Juegos Ítsmicos del año 196 se proclamó solemnemente que "el Senado romano y Quincio Flaminio, habiendo vencido al rey Filipo y a los macedonios, concedían la libertad a corintios, focenses, locrianos, eubeos, aqueos, magnesios, tesalianos y demás pueblos de Grecia, con excepción de guarniciones y tributos, y autorización para gobernarse por sus leyes tradicionales".
En 189 a. C., los etolios fueron finalmente aplastados por los romanos como castigo por la ayuda que habían prestado a Antíoco, rey de Siria, en la guerra de éste contra la república romana. Diez años más tarde, Perseo sucedió a Filipo y se vio envuelto en una nueva contienda contra los romanos. Finalmente fue derrotado en Pydna por Emilio Paulo en 168, lo que significó el fin de la monarquía macedónica.
La Liga Aquea continuó presionando a Esparta con la esperanza de obligar a esta ciudad a unirse a ella. Esparta apeló a Roma, que de esta manera empezó a inmiscuirse en la Grecia meridional. El cónsul Mumio ocupó y destruyó Corinto (146 a. C.) y la Liga Aquea fue disuelta a efectos prácticos. Grecia pasó a poder de Roma dividida en dos regiones: Macedonia al norte y Acaya al sur. Ésta fue gobernada por el pretor de Macedonia, que quedó constituida en provincia romana. De esta forma acabó la historia política de un pueblo, el griego, que no había sido capaz de fusionarse en una sola nación. En compensación, sin embargo, había elaborado una potente civilización que muy pronto impregnó a sus conquistadores romanos y cuyos logros artísticos, científicos y de pensamiento estaban destinados a no perderse en el olvido. En palabras del historiador Henry S. Maine, "todo lo bello, racional y elevado que evoluciona en la vida de la Humanidad es de origen griego".
Bajo el Imperio romano, Grecia recuperó poco a poco su prosperidad. Durante el siglo III d. C., la tranquilidad que reinaba en el país desde hacía tiempo fue interrumpida por una invasión de godos, que ocuparon la península helénica y tomaron Atenas, Corinto, Esparta y otras ciudades. A finales de ese mismo siglo comenzó a extenderse el Cristianismo entre los habitantes de Grecia.
Fuentes: "Historia de Grecia" (Hermann Bengtson).
Imagen: El rey Perseo se rinde al romano Emilio Paulo, cuadro de Jean François Peyron.

6 comentarios:

  1. Juan Quintana Juárez6 de junio de 2025, 10:50

    Fabulosa historia.

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  2. María Isabel Márquez Viela6 de junio de 2025, 10:51

    Qué época!!... Terrible.

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  3. Gracias por tu publicación!

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  4. Hay un capítulo muy bueno sobre la Batalla de Pidna en el libro "En nombre de Roma", del reconocido historiador clásico Adrian Goldsworthy. Describe en detalle los ejércitos y su evolución como fuerzas de combate, así como la batalla misma. Los romanos temían la falange helenística, pero su eficacia había disminuido desde la época de Alejandro.

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  5. Juan Campos González6 de junio de 2025, 10:55

    Muy bien expuesto GRACIAS

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  6. 10.626 K... 6 H... HEARTLIGHT.

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