miércoles, 6 de abril de 2022


 La época de Julio César.

El general Cneo Pompeyo Magno se había distinguido ya al servicio de Sila. Después había dominado la rebelión de Lépido (76 a. C.), terminado la guerra contra Sertorio en Hispania (72) y, junto a Marco Licinio Craso, sofocado la última llama de la revolución de los esclavos encabezada por el gladiador Espartaco (73-71). Pompeyo y Craso fueron elegidos cónsules en el año 70 a. C. sin prácticamente oposición alguna. Los éxitos de Pompeyo se sucedieron sin interrupción: en el año 67 limpió de piratas el Mediterráneo; entre 66 y 63 puso fin a la última guerra contra Mitrídates, incrementando el territorio de Cilicia y ganando para el Imperio las nuevas provincias de Bitinia, Ponto, Siria y Creta; por último, ocupó y pacificó el inestable territorio de Judea. A principios del año 61, Pompeyo pudo regresar a Roma.
En tanto, durante el consulado de Marco Tulio Cicerón (63), la represión de la conjuración de Catilina y la ejecución de los principales implicados habían suscitado el descontento del Senado e igualmente de los "populares". Ambos partidos solicitaron el apoyo de Pompeyo, que al principio no quiso comprometerse. Mas, sintiéndose ofendido con el Senado (que se había negado a reconocer sus triunfos), formó en el año 60 con Julio César (al que también habían menospreciado los senadores) y con Craso una coalición irregular conocida con el nombre de "Primer Triunvirato". El Senado entonces admitió entre sus miembros a Pompeyo. César por su parte, elegido cónsul en el año 59, obtuvo el mando en las provincias de Galia e Iliria para los cinco años siguientes.
Sin embargo, los triunfos de César en la Galia alarmaron de tal forma al Senado que empezó a utilizar gradualmente a Pompeyo como contrapeso. Después de su segundo consulado en 55 concedióle el gobierno de las dos provincias de Hispania, aunque por medio de legados, pues interesaba su presencia en Roma como mando militar para mantener el orden. Craso pereció en Asia Menor en campaña contra los partos (53). En el 52, a causa de los desórdenes que siguieron al asesinato de Publio Clodio, Pompeyo fue nombrado cónsul único por seis meses. A pesar de que Pompeyo y César habían renovado su pacto y de que el mando en la Galia del segundo se prolongó otros cinco años, la ambición fue distanciando cada vez más a ambos hombres.
Exigía Pompeyo, de acuerdo con el Senado, que César entregara el mando de sus provincias antes de concurrir al consulado en el año 48, pero César, temiéndose un arresto, no estaba dispuesto a regresar a Roma en calidad de simple ciudadano privado. En enero del año 49, César cruzó con sus legiones el río Rubicón, ocupó las ciudades del Piceno guarnecidas por los pompeyanos y entró triunfante en Roma, donde el partido popular lo aclamó como líder de su causa. Pompeyo y sus partidarios huyeron a Grecia en marzo. A continuación, César marchó a Hispania para asegurarse dicho territorio y envió legados que ocuparon Sicilia y Cerdeña, invadieron África y pusieron sitio a Marsella. En todas partes, excepto en África (donde Cayo Curión perdió ejército y vida), fue de victoria en victoria. En el año 48, elegido cónsul, César pasó a Grecia con su ejército para enfrentarse a Pompeyo, pero sufrió una inesperada derrota en Dyrrhachium y tuvo que retirarse hacia Tesalia. Sus enemigos cometieron el error táctico de perseguirle: en la decisiva batalla de Farsalia, César derrotó totalmente al ejército pompeyano, tras de lo cual Pompeyo huyó a Egipto, donde murió asesinado.
Durante el resto de su vida, no obstante, César se vio envuelto en casi continuas guerras -en Alejandría y el Ponto (48-47), en África (46) y en Hispania (45)- y sólo en parte pudo llevar a cabo su amplio programa de reformas, que contaba con el apoyo de los "populares" y de las provincias. Los pocos meses que sobrevivió a su vuelta de Hispania los ocupó intensamente en preparar campañas militares contra los getas y los partos. El 15 de marzo ("idus") del año 44 a. C. fue asesinado víctima de una conjura.
Las biografías de Cicerón y de Julio César, por su importancia para la historia, se narrarán en los siguientes capítulos de esta serie.
Fuentes: "Historia de Roma" (Theodor Mommsen). "Decadencia y caída del Imperio Romano" (Edward Gibbon).
Imagen: Julio César cruza el río Rubicón al frente de su ejército (49 a. C.).

12 comentarios:

  1. Pompeyo era yerno de cesar Cuando murio julia su mujer e hija de julio cesar empezo a distanciarse.

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    1. Efectivamente. La hija de César, Julia, fue entregada por su padre en matrimonio a Pompeyo para sellar así su alianza política. Pero los manejos del Senado ya habían empezado a atraer a Pompeyo hacia su partido antes de la muerte de Julia. El fallecimiento de ésta prácticamente dejó sin ningún vínculo a los dos poderosos personajes que se iban a disputar el Imperio romano.

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    2. asi es Despues del fallecimiento de su hija julio cesar le ofrecio a una sobrina suya para reforzar la alianza pero pompeyo la rechazo

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  2. Ignacio Manuel Pose6 de abril de 2022, 20:34

    Dos enormes generales. César era un eximio militar, un politico sagas y un estadista monumental.

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    1. César era sin duda un magnífico general, pero lo que en mi opinión lo hace destacar por encima del resto de los personajes de su época es la visión de estadista, la comprensión de los desequilibrios de la República y el proyecto a largo plazo de un Imperio articulado sobre las provincias más que sobre la propia Roma.

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  3. En la persecución de Espartaco César integraba las legiones y allí conoció a Pompeyo.

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  4. Tengo entendido que por ello recibe el término "pasar el Rubicón" aquella acción que no tiene retroceso, como un "punto sin retorno". Traspasar los límites...

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    1. El río Rubicón marcaba el límite meridional de la provincia de la Galia Cisalpiina. Ningún general romano podía traspasarlo con sus legiones sin la autorización del Senado. Por eso la acción de Julio César suponía la guerra civil irremediablemente.

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  5. La suerte estaba echada.

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  6. Philippus Aureolus6 de abril de 2022, 20:39

    Excelente narración que cuenta con detalle lo que ocurría entre los bastidores de la Roma antigua. Que hermosa y terrible es la historia.

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  7. Que interesante!! Gracias por compartir, en dirraquio pompeyo derrotó a Cesar y no supo aprovechar esa oportunidad, de verdad es poco conocida esa batalla.César se vengó en farsalia

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  8. Roma duró sobre 985 años en Occidente y 1,225 años en Oriente en Constantinopla. Ningún imperio a durado tanto, ni dejado un inmenso legado en el Derecho, tradiciones y otras materias.

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