"Aquel cuyo nombre está escrito en el agua". Epitafio en la tumba de John Keats.
lunes, 14 de marzo de 2016
LAS COSAS CLARAS
Desde el ventanal del "burger"
observo el cuadro urbano.
Hay que ver la de locales
que últimamente
están echando los cierres.
Cesan su torpe aleteo
de insectos plomizos
algunas papeletas aceitosas:
creo que por aquí
el otro día hubo manifestación.
Son más de las nueve y la oscuridad
empieza a abatirse
sobre las esquinas,
mancha de corcho quemado
y partida en trozos.
Las ambulancias multiplican
alaridos, que rebotan
como metralla
en los bloques de viviendas baratas.
Nada de esto pasa por primera vez.
En realidad la pintura es muy vieja.
¿Valdrá la pena
apasionarse con ello
y tratar de averiguar en qué preciso
instante el mundo se chingó?
Mi inspiración se va por el desagüe:
era ya pedirle demasiado.
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Realismo social aplicado a poesía.
ResponderEliminarGracias, muy cierto.
ResponderEliminarLa palabra literaria es como el pincel para un pintor.
EliminarY si, no debe gastarse la palabra ponerle talento, verdades, sentimientos.
EliminarEs un honor leerte.
Para mí lo es tu amistad.
EliminarMi inspiración se va por el desagüe: era ya pedirle demasiado... Las cosas claras como este gran escrito. Excelente Rafael, gracias por compartir. Un abrazo.
ResponderEliminarA veces, por desgracia, demasiado claras. Gracias a ti, amigo.
EliminarQué coincidencia, en esa manifestación estuve yo.
EliminarPues todavía es necesario decir "basta ya".
EliminarHola Rafael, un abrazo amigo.
ResponderEliminarUn abrazo.
EliminarMil gracias por compartir.
EliminarDe nada, el itinerario poético continúa.
EliminarExcelente escrito Rafael!! Me encanta como interpretas los problemas de la sociedad actual con tu poesía. Un gusto leerte y gracias por compartir.
ResponderEliminarPues sí, unos problemas que no parecen tener solución... Gracias a ti por tus palabras.
EliminarSerá? El pedir demasiado o basta ya, realmente es hora del Basta! Gracias por tus letras, Rafael, invitan a concienciar nuestra indiferencia y conformismo latente.
ResponderEliminarEntonces será un efecto positivo del poema. Siempre es un placer, amiga.
Eliminarverdaderamente lo pintas con mucha tristeza...
ResponderEliminarA veces no queda otro remedio, Julia.
Eliminarpero el mundo se puede cambiar si nos esforzamos, al menos yo lo creo
EliminarMucha gente lo ha pensado antes que nosotros y el resultado a la vista está... Lo veo difícil.
EliminarEl verdadero cambio del mundo...
ResponderEliminarcomienza por el cambio de uno mismo.
ResponderEliminarSeguramente tienes razón, amigo.
EliminarEscribas lo que escribas, siempre es un gran placer leerte, Rafael. Aunque sea de una triste realidad del día a día.
ResponderEliminarLos ojos del poeta tienen que posarse también sobre lo que no nos gusta. Muchas gracias por tu comentario.
EliminarLa poesía llamada social suele ser más agresiva, un "arma" como dice Celaya, así consigue su objetivo de remover las conciencias.
ResponderEliminarFrancamente no puedo imaginar que la poesía sea un arma para nada... Para mí sólo es una vía de conocimiento o de emoción. Y no es poco.
EliminarY no crees que el hombre es, por encima de todo, un animal político?
EliminarNo me gustan las definiciones estrictas, Roberto, y preferiría que fuera un poco menos de las dos cosas.
EliminarRealismo social, que no cesar cada día un vaivén, es un placer leer lo que escribe Rafael Simarro.
ResponderEliminarRealismo social, que no cesar cada día un vaivén, es un placer leer lo que escribe Rafael Simarro.
ResponderEliminarGracias, amiga, no queda más remedio que afrontar los hechos.
Eliminar¿Y cómo puede la palabra salir ilesa, querido Rafael, de este mundo constantemente herido? Tu mirada ha tomado la imagen y tu voz la ha traducido. Gracias por compartirla. Un abrazo.
ResponderEliminarNo puede salir ilesa, amiga, esa es la verdad. Pero el silencio sería todavía más doloroso. Abrazo compartido.
EliminarTiempos difíciles. Triste andadura de valores superfulos donde lo efímero adopta formas de eterno. Un mundo enfermo por la carencia de amor de los unos hacia los otros. Un mundo necesitado de poesía, de esa que nace del corazón y a los ignorantes de risa... El silencio sería más doloroso, aunque son necesarias las pausas para digerir esta locura en la que no hay más remedio que seguir viviendo. Y mientras a pesar de los pesares, puedas seguir hilando versos, tu inspiración no sólo no se fué por el desagüe, es que ni tan solo está durmiendo.
ResponderEliminarSiempre es un enorme placer leerte, amigo.
La carencia de amor es lo que nos mata a todos, esa es la verdad, como tú bien dices... A veces sólo bastaría con ponerse un poco en el lugar del otro, pero ni tan siquiera eso se hace. Malos tiempos, sí, y para la lírica también. A ver si pronto escribo de nuevo, porque me va haciendo falta.
EliminarEl placer es mío también por este reencuentro literario.
Es difícil encadenar versos con bellas palabras dentro de esta lluvia continua de sinrazón ... Las plumas enmudecen estrmecidas, pero siguen vivas, esperando que nuestras manos las guien hacía algun lado.
ResponderEliminarEstoy siempre, a veces tras el velo de la sombra. Pero así somos los albatros.
Abrazos.
Ser poeta auténtico nunca fue fácil. Las circunstancias adversas tensan el espíritu como las cuerdas de una guitarra. Y en medio de la tristeza surge la voz individual e insobornable. Así ha sido siempre, así será. No apartes la pluma lejos de ti, porque la vas a necesitar más pronto que tarde.
EliminarAbrazo compartido.
Todo muy bien dicho en tu escrito. Gracias por permitirme siempre leerte, un abrazo.
ResponderEliminarEso es algo que siempre voy a hacer, Cristina.
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