"Aquel cuyo nombre está escrito en el agua". Epitafio en la tumba de John Keats.
sábado, 6 de febrero de 2016
EL PESCADOR DE PERLAS
En esta playa última, tan lejos
del mundo como le sea posible,
de su desencanto, de su adversidad,
de su inquina también,
y desnudando el cuerpo
para el salado beso de las olas.
Aquí se encuentra siempre,
cara al viento,
bajo la sombra de los alcatraces,
sentado en el osario del planeta
que aflora en los escollos,
enjuto como un remo
que por primera vez abre las aguas.
En la mayor parte de los casos
resulta vano su tesón,
pero eso no importa demasiado.
Un solo lucero basta
para darle sentido a la noche,
de igual forma
que la pesca afortunada de un día
puede justificar su sacrificio.
Lo decisivo, pues,
lo verdaderamente crucial,
es saberse libre
y elegir la continua inmersión
en lo hermoso
para dar testimonio indeleble
en un libro que no acaba nunca,
dejando, humedecida, entre las redes,
la lágrima de nácar de ese sueño.
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Ingrata labor la de los pescadores de perlas, de escasa recompensa comparada con el esfuerzo. Así ocurre también con los poetas, siempre sumergiéndonos en busca del galardón de la palabra esencial.
ResponderEliminarGracias, besos.
ResponderEliminarDe nada, tú también buscas perlas.
EliminarNo creo que eso ocurra con los poetas.
ResponderEliminarPues a mí me parece que sí... ¿Cuántos versos hay que componer hasta conseguir un poema que sea perdurable?
EliminarBello escrito poeta!! El título me hizo recordar la ópera francesa "Les pêcheurs de Perles". Un cierre espléndido. Los dos últimos versos me encantan. Un mundo de sueños que vibra de las pasiones humanas. Muy bella poesía, igual que una perla!! Felicidades!!! Es todo un regalo para el lector!
ResponderEliminarEn efecto, conozco esa ópera y me alegra habértela recordado. Gracias como siempre por dejar tus palabras.
Eliminar¡Me da gusto saludarte, Rafael, bendiciones!
ResponderEliminarA mí también, amiga, es un placer.
Eliminar"La lágrima de nacar", que bella frase Rafael!!!
ResponderEliminarUna perla no es más que eso, Adriana.
EliminarBellísimo y compartido.
ResponderEliminarEs un honor que siempre me haces, Adriana.
EliminarAl contrario, gracias por mandarme esas perlas literarias!
EliminarAhí seguimos, como los pescadores que relataba Salgari. Un abrazo.
EliminarBonita historia e imaginación, me encantan los dos últimos versos como lo cierran, ahí se puede leer todo lo definitivo.
ResponderEliminarLa imaginación siempre es necesaria para escribir.
EliminarBella composición Rafael, gracias por compartir. Un saludo.
ResponderEliminarUn saludo, amigo, y buena pesca.
EliminarEmilio Salgari fue el creador de "Sandokán"...
ResponderEliminarhacía furor en los años 70 y 80...
ResponderEliminarAsí es, una época dorada para los relatos de aventuras.
Eliminaryo veo mucha tristeza en el poema, como si nunca se alcanzara aquello que se desea..
ResponderEliminarEl realismo, tanto en la literatura como en la vida, consiste en adaptar los deseos a la medida de nuestra capacidad.
Eliminarsi, pero el final es melancólico
EliminarLa aceptación de uno mismo tiene ese punto de melancolía, Julia.
EliminarBienvenido de nuevo tu escrito, y tú con estas bellas letras, que me emocionaron de principio a fin. Rafael gracias.
ResponderEliminarGracias yo a ti, por tu fidelidad a mis poemas.
EliminarHermoso y sentido, Rafael. Me encantó. Es como ver un cuadro, uno conmovedor. Gracias. Un abrazo!
ResponderEliminarDe nada, me gusta que compares mi poesía con la pintura, un arte que siempre me atrajo.
EliminarSi lo entiendo bien tú no confías demasiado en la producción masiva de poemas y prefieres ser selectivo a la hora de componer, no es así?
ResponderEliminarLa abundancia de una cosa no significa su excelencia. Esto es aplicable a la literatura en general y también a cada autor en particular.
EliminarSin embargo hoy en día escriben y publican muchísimos poetas, Internet está lleno de ellos... Supongo que todos tienen la necesidad de expresarse y esto es válido también.
EliminarNo digo que no lo sea, Roberto. Pero en las cuestiones de arte el tiempo es el supremo juez. Y de este modo, ¿cuántas obras literarias de las actuales, incluyendo por supuesto las mías, superarán su veredicto?
EliminarVamos, que por muchas ostras que se pesquen habrá muy pocas que contengan perlas...
EliminarTú lo has dicho, amigo.
EliminarPreciosa alegoria Rafael,de cultivada belleza. Ardua tarea hallar esas perlas, pero doy fe de que tú encuentras las más bellas y perfectas.
ResponderEliminarCada vez me gusta más leerte.
Un abrazo.
Y a mí también me gusta cada vez más encontrarte por aquí, querida colega. Muchas gracias por tus palabras y un abrazo.
EliminarQué hermosa, cómo me gusta leerte. Gracias.
ResponderEliminarMe alegro y por eso cuento contigo.
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