"Aquel cuyo nombre está escrito en el agua". Epitafio en la tumba de John Keats.
miércoles, 18 de febrero de 2015
LA MUERTE DE GRANADOS
Puedo imaginarme la escena
de pesadilla:
la maraña de queroseno
haciendo arder el mar,
abrasando las partituras,
los enseres,
las reliquias de lo que ayer
apenas eran planes,
los gritos atenazados
por el humo, la confusión,
el ronco miedo
de las órdenes contradictorias,
mientras los respiraderos
se doblan
como si fueran engrudo
y una voraz lengua
verde se dispone
a engullir
el momentáneo caos
en su mausoleo líquido...
Cierro después el viejo periódico.
Evidentemente, el mono codicioso
ha sido siempre un desecho.
Me pregunto por qué Granados,
al igual que otros,
se tomó el trabajo
de componer guirnaldas para él.
Es una buena pregunta.
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¿A cuento de qué vienen las conmemoraciones de la llamada "Gran Guerra"? Aquéllo no pasó de ser una apoteosis de la barbarie. Pero si se trata de recordar para escarmentar valga entonces este poema como ejercicio de memoria...
ResponderEliminarLamentablemente, el ser humano no escarmienta ni aprende de los grandes errores cometidos, que le alejan de la nobleza de ser tenidos como seres superiores. Por eso, tiene que haber poesía, aunque sean lamentos desgarrados de la historia, bien traídos a la memoria reciente.
ResponderEliminarSiempre me ha intrigado que el hombre, que tanto deja que desear como especie, produzca sin embargo algunos individuos sobresalientes en el terreno del conocimiento y de las artes. Es la paradoja de nuestra condición.
Eliminargracias Rafael!!
ResponderEliminarEn la poesía cabe todo, incluso el recuerdo de una tragedia.
EliminarMagnifico tu poema!!! Es un arte de versos!!!!!!!!!!!! Gracias mi amigo por permitirme deleitar tu poesía!!
ResponderEliminarLas puertas de mi página están siempre abiertas para ti, Dora...
EliminarMuchas gracias, es un honor para mí!!
EliminarPues mucho más para mí representa volar al país que inventó la poesía...
EliminarGracias!!!!
EliminarExcelente poema y recordatorio... Abrazos, querido Rafael.
ResponderEliminarLa excelencia de un poema está en relación siempre con la acogida que le dispensa el lector... Un abrazo.
EliminarLa poesía no debería nunca faltar ni el arte de los buenos poetas. Ella refleja las memorias del pasado. Para mí es como leer una buena lección. Gracias Rafael por sus versos y sus comentarios, como también me satisfacen y agradan los que le responden.
ResponderEliminarMemoria del pasado para hacer mejor el porvenir... o al menos procurarlo. Yo soy el agradecido a tus palabras.
EliminarEspléndido poema Rafael!!!!!!!!! Me encantó!! Gracias querido amigo!!
ResponderEliminarQue nunca palidezcan los laureles de tu amistad.
EliminarSiempre tan cortés!!!
EliminarTras una guerra no hay nada que conmemorar, salvo lamentar la muerte gratuita de inocentes. Indignación muy bien expresada en tu poema, Rafael.
ResponderEliminarIndignación mezclada con escepticismo... Por lo menos un poema sirve de válvula de escape al sentimiento de impotencia. Gracias siempre por estar.
EliminarPermíteme alguna puntualización, no sobre el texto (impecable como siempre), pero sí acerca de la imagen que lo ilustra. Enrique Granados no murió en el hundimiento del "Lusitania", sino casi un año después, en el ataque al vapor "Sussex", que le traía de vuelta a España desde Inglaterra, luego de haber realizado en los Estados Unidos en una gira de notable éxito. Granados viajaba acompañado de su esposa y, según testigos, falleció ahogado junto con ella al intentar salvarla, pese a que era buen nadador.
ResponderEliminarExcelente comentario, Roberto. Tienes toda la razón en lo que dices. Si utilicé el recorte de prensa referido al "Lusitania" fue simplemente por no encontrar uno similar que hiciera mención al torpedeamiento del "Sussex". Por lo demás, las circunstancias esenciales de ataque indiscriminado y matanza de civiles indefensos eran las mismas en ambos casos, lo cual me permitía ilustrar adecuadamente el poema. Los detalles concretos del ahogamiento no los conocía y te agradezco mucho esa aportación.
EliminarAñado más datos sobre el caso: el comandante del submarino alemán se justificó declarando que había tomado al "Sussex" por un buque minador británico, pero la excusa no resulta verosímil. Lo cierto es que en marzo de 1916 el Imperio Alemán se había lanzado a una guerra submarina sin restricciones en un intento desesperado por inclinar la balanza bélica a su favor...
EliminarVeo que eres todo un experto en el tema... Reitero mi agradecimiento por la calidad que tus palabras le prestan a mi blog.
Eliminarun poema formidable aunque marcado por el pesimismo... a que llamas mono codicioso?
ResponderEliminarEs una metáfora del género humano.
Eliminar..lo imaginaba, gracias..
EliminarDe nada, Julia, siempre es un placer recibirte.
EliminarTerribles instantes... gracias Rafael.
ResponderEliminarTerribles y para nuestra desgracia repetidos demasiadas veces.
EliminarNo aprendemos...
EliminarY no será porque los poetas no nos esforzamos en señalar que el camino es otro. Pero no nos hacen caso, Magda.
EliminarUn viaje al lado oscuro de nosotros mismos...
ResponderEliminarturbador e inquietante...
ResponderEliminarLo turbador es que el ser humano no sea capaz de arrancarse de raíz el estigma de la violencia.
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