"Aquel cuyo nombre está escrito en el agua". Epitafio en la tumba de John Keats.
martes, 21 de enero de 2014
SESIÓN DE TARDE
"En el paraíso comunista
no hay tifus".
Eso le dicen al Doctor Zhivago.
Buena película. La historia
de un hombre que amó a dos mujeres
y fue aplastado por la revolución.
Lo que las generaciones
del siglo XX debemos al cine
entra de lleno
en la categoría de lo imponderable.
Sobre una bella mentira
se proyecta, apasionadamente,
nuestro espectro interior
hasta llegar a tomar forma:
agua móvil de imágenes
recibe a la desnuda criatura,
que echa a nadar con escalofríos.
El púrpura del cielo
comienza lentamente a desteñirse.
Esta tarde de sábado
se halla a punto
de pronunciar para siempre su adiós.
En la acera, escucho el eco
de mis propios pasos murmurando
"en el paraíso del tifus
no hay comunistas".
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Un personal homenaje a la más novísima de las Artes, con el recuerdo de una película que me encanta.
ResponderEliminarComparto contigo tu deleite por el Cine y en especial esta pelicula extraordnaria. Gracias por tu personal y bello homenaje, poeta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jeniffer Moore
La coincidencia me encanta, porque es como un peldaño en la escala del conocimiento. Es un placer y un honor verte aquí. Tú sí que mereces el nombre de POETA...
EliminarLa película de Lean es muy buena, creo que hace poco hicieron una nueva versión, aunque de menor calidad. No entiendo muy bien el final del poema, me gustaría que comentaras algo más de él.
ResponderEliminarEl poema comienza con una consigna política y acaba con una frase carente de sentido: es una manera de subrayar la falsedad de las dos. Gracias por tu comentario, Roberto.
EliminarAl colectivo Poesía eres Tú le gusta esto.
ResponderEliminarUna vez más me alegra que sigáis este blog y que os guste su contenido.
Eliminar¡GRACIAS, RAFAEL, POR COMPARTIR!
ResponderEliminarDe nada, supongo que conoces la película...
EliminarSI, LA CONOZCO!
ResponderEliminarSiempre me emocionó.
Eliminar...el poema tiene el poder de recordarme una película fascinante, gracias por ello Rafa..
ResponderEliminarLa poesía abre la puerta a todo tipo de evocaciones. En eso reside parte de su poder.
Eliminarademás en estos tiempos tan criticos sigue teniendo actualidad...eso creo
ResponderEliminarTodas las Revoluciones tienen su origen en situaciones de injusticia, pero acaban derivando en despotismo. Y el primer paso hacia ello es la negación de la verdad...
EliminarOh, Rafael Simarro, aunque yo no me fijo quien son los actores de las películas,seguramente que la abre visto, porque mi marido no se pierde ni una sección de tarde del sábado,hay muchas que son de caballos,como la del oeste,o guerras, barcos,ese cartel me suena muchísimo, y quizás se repiten, algunas veces las veo con él, según,si no es pesada la película,el poema me hace sentir másy apreciar esas peliculas mis favoritas son, de Reyes de historias de palacios que se ven los salones grandes bellos de bailes,paisajes bellos con caballo ,ríos naturaleza, en agosto me parece que suele echar películas de ese tipo todas las tardes y mi marido no se pierde ni una le encantan y a mi me contagia ,gracias amigo mío.Guadalupe.
ResponderEliminarLos "contagios" que produce el Cine son de naturaleza benigna. ¡Que los disfrutes!
EliminarMe gusta este poema...
ResponderEliminarInteresante poema Rafael. Has elegido una de esas obras que forman parte un pack de filmografias que no se deberían perder. Lo más nostálgico de una tarde sábado. Lo más inquietante de tus versos, ese final " En el país del tifus, no existen comunistas" ...
ResponderEliminarLa película, como la novela que le sirve de argumento, es de una desgarradora belleza. Yo la guardo en mi filmoteca particular como una de las más destacadas.
EliminarEl final del poema viene a ser como un desahogo provocado por la implicación que me suscita la historia. Gracias, Antonia, por tus amables palabras.