"Aquel cuyo nombre está escrito en el agua". Epitafio en la tumba de John Keats.
jueves, 21 de marzo de 2013
INVITACIÓN AL SUEÑO
"¿Qué otra flor para ti de tu poeta...?"
Antonio Machado.
Duerme, mi luz; si las primeras nieves
en tu pupila oscura están pesando,
al abrazar el lecho, reposando,
las cargas de tus hombros serán leves.
Duerme... Se llena de amapolas breves
y de notas de pájaros cantando
el jardín de tu estancia, provocando
todo a lo que, despierta, no te atreves.
Sales después a un litoral dorado
mientras te tocan ondas, orgullosas
de en tu belleza coronar su empeño.
Soltar los cabos, avanzar a nado
cuando el ocaso el agua vuelve rosas...
Duerme, mi bien: yo velaré tu sueño.
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Qué preciosidad de soneto! Creo que es el mejor que te he leído hasta ahora y la imagen también es muy bonita. Felicidades!!
ResponderEliminarGracias por tu opinión. Eres bien recibida cada vez que te acercas a esta "casa". Un saludo muy cordial.
Eliminar¿Sabes que imagino esos pájaros, esas amapolas, y se me empiezan a cerrar los ojos? Es una auténtica delicia
ResponderEliminarMe alegro de que mis versos tengan esa capacidad de sugestión. Y, en cierto modo, me recompensa del solitario esfuerzo de escribirlos y de la sensación de ir "contra corriente". Aunque debo añadir que sensibilidades como la tuya hay pocas... Siempre te agradezco que visites esta página y hoy lo hago especialmente.
EliminarMe gusta "cuando el ocaso el agua vuelve rosas", una imagen muy bien lograda. El soneto es irreprochable. La madurez creativa se te nota cada vez más. Enhorabuena.
ResponderEliminarPues no sabes cuánto me complace. Lo de la "madurez" es muy posible, porque ya he perdido la cuenta de los sonetos que llevo escritos...
EliminarGracias una vez más.