He empezado a repasar
la Biblia.
Algunas reflexiones, inconexas,
me asaltan esta mañana, mientras trazo
una espiral en el café.
Me digo, por ejemplo, que belleza
y bondad presenciaron el origen del mundo,
por más que ahora nadie lo recuerde.
Y también que lo de ser botados
del Edén sin billete de vuelta
nos marcó igual que un hierro al rojo.
Polemizar con evolucionistas
carece de sentido,
pues a su modo dicen la verdad.
Un inglés
observó a los galápagos
y desde entonces
llevamos nuestra bestia a las espaldas.
Sin embargo, ¿por qué no va a tener
razón el Libro?
Que crear sea un acto de amor
lo sabemos bien los escritores
(o deberíamos).
Y en cuanto a la costilla...
bueno,
el resultado no pudo ser mejor.
Basta con asomarse a la calle
y comprobarlo.
Mira, Rafael, espero que no pienses que me paso de crítico, pero en mi opinión lo que hace atractivo a este blog son los frecuentes cambios de estilo en tus poemas. Este, por ejemplo, me gusta porque tratas del asunto sin solemnidad, con un distanciamiento irónico que invita a la reflexión más que a las emociones. Un saludo y sigue así.
ResponderEliminarNo solamente no lo pienso, sino que además tus comentarios (como todos los del blog) son muy valiosos para mí. En cuanto al poema, quise buscar un enfoque que no resultara pesado para un tema al que ya le sobra densidad. Hasta pronto, Roberto.
EliminarMuchas gracias por la parte que me toca.
ResponderEliminarSer mujer en el paraíso debió de ser difícil. No le tengamos en cuenta a Eva su desliz!! Al fin y al cabo solo era una costilla, nada de cerebro ni corazón...
Besicos, corazón.
Supongo que ya era difícil entonces y aún más en este mundo que no tiene nada de Paraíso. Pero mi poema no tiene ninguna carga peyorativa hacia las mujeres, sino todo lo contrario. Tampoco pretendía culparlas de los males del mundo, cosa que sería absurda. Lo que me importaba destacar es lo admirable del resultado de la obra, no el supuesto origen,
Eliminarya sea éste costilla o vil fango. Valga todo esto como aclaración del final del poema.
Muchas gracias por estar aquí.
Me encantan estas "reflexiones" hechas en un estilo en el que te manejas perfectamente.
ResponderEliminarPor otra parte, tal y como tratas el tema de la costilla, te diré que cualquiera estaría encantada de serlo, pues OLE por el piropazo que de forma tan bonita y delicada hechas a las mujeres. Felicidades "POETA"
Es un placer encontrarte de nuevo. En efecto, como tú bien dices, en el poema hay un requiebro al "eterno femenino", antes que a una mujer en concreto. He optado por una forma sugerente e indirecta de expresarlo, porque resulta más apropiado para el lenguaje poético.
EliminarMuchas gracias por dejarme tu comentario.
Pues yo prefiero esos poemas llenos de sentimiento y los sonetos que escribes tan bien, por eso me gusta visitar esta página. Me uno a la felicitación
ResponderEliminarNo sólo de sonetos vive el poeta, Julia. Pero aguarda a la próxima entrega del blog: me parece que no te va a defraudar. Gracias por tus amables palabras y tu presencia.
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