"Aquel cuyo nombre está escrito en el agua". Epitafio en la tumba de John Keats.
lunes, 13 de agosto de 2018
ODA A LA MELANCOLÍA
1
No, no vayas al Leteo ni exprimas
el jugo venenoso del tallo y las raíces del acónito;
ni consientas que bese tu pálida frente
la belladona, uva rubí de Proserpina;
ni hagas tu rosario con las bayas del tejo
ni dejes que el escarabajo ni la letal polilla
sean tu doliente Psique; ni que la emplumada lechuza
te acompañe en los misterios de tu tristeza;
pues como en profundo sueño llegarán las sombras
y ahogarán la angustia vigilante del alma.
2
Pero cuando la melancolía caiga de repente
del cielo como una nube de lágrimas
y dé vida a los capullos marchitos de las flores
y oculte la ladera verde en un sudario de Abril;
sacia entonces tu pena en una rosa de la mañana
o en el arco iris de la ola salada y arenosa,
o en la redonda abundancia de las peonías;
o si tu amada muestra vivamente su enojo,
toma su suave mano y déjala quejarse
y nútrete de la hondura de sus ojos sin par.
3
Vive ella con la Belleza, Belleza que ha de morir;
y con la Alegría, cuya mano en sus labios siempre
está diciendo adiós; y con el doloroso Placer
que se vuelve Veneno mientras liba en él la abeja;
en el mismo templo del Deleite, ay,
oculta la Melancolía su soberano santuario,
sólo visible a quien pueda hacer estallar la uva de la Dicha
con su lengua ardiente contra su frío paladar;
y saboreará su alma la tristeza de su poder
y quedará colgado entre sus turbios trofeos.
John Keats.
(Traducción de Ángel Rupérez)
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