Revuelta cama. Luz en los costados
del ventanal de junio. Las estrechas
paredes del pudor. Y entre sus brechas
nuestros cuerpos, desnudos y cansados.
El desenfreno nos dejó tronchados,
cada cual en su esquina. Tú me acechas
anhelando otra vez prender las mechas
de los besos que estallan enredados.
Una caricia que me roza o gira
te basta a ti iniciar... La primavera
en mí renace con turgente flora.
La llama del placer se torna pira
y mientras, tardo, te respondo: "espera",
tu voz me incita con el dulce: "ahora...".
El erotismo es la sublimación del amor humano.
ResponderEliminarMe encantó!!
ResponderEliminarGracias, eres muy amable.
EliminarGran soneto.
ResponderEliminarUn saludo, amigo, y agradecido por tu comentario.
EliminarES TAN BELLO!!!
ResponderEliminarCelebro que te haya gustado, Adriana.
EliminarUn precioso escrito, Rafael.
ResponderEliminarGracias y saludos para Argentina.
EliminarGenial... es un gran escrito... como todo lo que escribes, Rafael. Beso.
ResponderEliminarIntento que mis letras vivan por sí mismas. Celebro que te guste. Besos.
EliminarQué hermoso!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, amiga.
EliminarUn maravilloso soneto Rafael... me encantó. Besos.
ResponderEliminarMe alegra mucho, Eva. Besos.
Eliminar..un soneto precioso, lleno de sugerida pasión sensual
ResponderEliminarTú lo has dicho, Julia. Sugerir es la clave.
Eliminarsiempre es un placer para mi seguir este blog y apreciar como modulas tu palabra poética
EliminarLo sé y te agradezco mucho tu fidelidad.
EliminarMe encantó tu poema. Un saludo.
ResponderEliminarUn saludo y gracias por dejar tu comentario.
EliminarErotismo y romanticismo. Excelente combinación. Un placer leerte.
ResponderEliminarY una combinación que nunca pasa de moda. Me alegro de que te guste.
EliminarGracias por compartir tus bellos escritos.
ResponderEliminarDe nada, es un placer.
EliminarMe gusta muchisimo!!!
ResponderEliminarGracias, amiga.
EliminarNo todos estarán de acuerdo con que el erotismo sea la escala más elevada del amor...
ResponderEliminarExisten también generosas formas de altruismo y solidaridad, religiosas o no, que pueden llamarse amor a tus semejantes...
ResponderEliminar¿De veras? Entonces vamos a fingir que nos las creemos. En todo caso a mí, como poeta, me parece que como fuente de inspiración son más pobres.
EliminarUn soneto plagado de erotismo fino, esa pasión encerrada en el cuerpo y llevada al plano literario.
ResponderEliminarLa poesía en este caso es la caja para conservar vivo ese sentimiento.
EliminarIntenso y sugestivo. Gracias, Rafael. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias a ti por recibir siempre con cariño mis poemas.
EliminarEl erotismo pertenece al territorio mas íntimo de las personas, también a lo más libre que hay en ellas, y por tanto no tiene comparación con otros sentimientos por muy dignos de alabanza que éstos sean, lo tengo muy claro.
ResponderEliminarSin duda, Roberto. La prueba es que no se le puede coartar, por muchas trabas que se quieran poner a su fuerza. Prevalece sobre cualquier cosa, excepto la muerte.
EliminarEros frente a Tanatos, no?
EliminarAsí es, los antiguos griegos ya sabían mucho de todo esto.
EliminarQue lindezas,y el cierre con más sublime sensación. Un placer leer. Gracias.
ResponderEliminarQue lindezas,y el cierre con más sublime sensación. Un placer leer. Gracias.
ResponderEliminarUna vez más y siempre bienvenida a mi blog. Y gracias por dejar tus palabras.
EliminarSin duda. Bello soneto, Rafael!
ResponderEliminarMuchas gracias, Magda.
EliminarMuy hermoso!!
ResponderEliminarMuy amable por dejar tus palabras.
EliminarUn buen y bonito soneto.
ResponderEliminarEl árbol del soneto no se cansa de dar sus frutos. Gracias, Cristina.
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