"Aquel cuyo nombre está escrito en el agua". Epitafio en la tumba de John Keats.
martes, 21 de febrero de 2017
EL PIANISTA
El otoño es un pianista
que derrama su agua melancólica
sobre el alma.
Las hojas caen y apenas
rozan el suelo, como dedos
acariciando leves
teclados de marfil.
Pero el pianista continúa
pronunciando su frase
lentamente.
En la sala en penumbra,
las notas vuelan entre el terciopelo
de los muebles marchitos,
entre el sopor
de las plantas antiguas,
más allá de las esquinas
de los retratos apergaminados.
La lluvia
dibuja en los cristales
un pentagrama ilusorio.
Y la frase se escucha
en el silencio,
sumergiendo su cubo de madera
en el profundo pozo de mí mismo.
El alto cielo oculta,
tras las dunas de nubes,
el recuerdo de la brasa del sol,
mientras el viento
en las copas de los árboles
susurra unas palabras
que nadie parece comprender.
Salvo acaso el pianista,
terco intérprete
de la letra brumosa
del corazón,
persistiendo a despecho
de los desaforados ruidos de este mundo.
Ahora lo oigo claramente
y sé descifrar
la tristeza perenne de su música:
hoy hace cuatro años
que mi padre ha muerto.
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Versos que aliviaron la carga de un corazón.
ResponderEliminarBello y amoroso modo de recordar a quien no está.
ResponderEliminarMuchas gracias, amiga.
EliminarMelodía sincopada.
ResponderEliminarAsí es, el ritmo lo marca el propio sentimiento.
EliminarGracias por este bello recuerdo a los que ya no están entre nosotros.
ResponderEliminarDe nada, son recuerdos que forman parte de nosotros mismos.
EliminarBuenas noches, don Rafael. Detenerme, después de un duro día, a leer, lento, su poema, me ha hecho bien. Gracias. Un abrazo.
ResponderEliminarLo celebro de veras, doña Eloísa. Los poemas piden siempre una lectura lenta para calar más hondo. Abrazo.
Eliminarque poema mas bonito, Rafael da gusto leerte
ResponderEliminarMuchas gracias, Julia.
Eliminarese recuerdo final de tu padre es emocionante de verdad
EliminarUn recuerdo que forma el telón de fondo de todo el poema.
EliminarGracias Rafael!!!
ResponderEliminarEs un placer. Un saludo para Argentina.
EliminarSí, así es...
ResponderEliminarPor algo se dice que es el mejor médico.
EliminarCoincido contigo, que bueno todo lo que publicas, me gusta mucho tu trabajo y llena el alma tanto sentimiento.
EliminarSeguiré con estas publicaciones periódicas, gracias por tus palabras.
EliminarEnhorabuena amigo.
EliminarGracias Rafael por este bello poema para los que ya no están, leer tus versos ha sido un placer.
ResponderEliminarPues me gusta mucho escuchar eso, porque para eso los escribo.
EliminarPoeta Rafael Simarro... La sensibilidad de tu pluma engalana tu alma, recuerdos que son parte de nuestra vida... Es un agrado leerte nuevamente... Un cordial saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias. También comentarios como el tuyo son un adorno para mi obra. Saludos.
EliminarBellas palabras !!
ResponderEliminarHermoso, doloroso, sentido. Gracias, Rafael. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo para ti también, amiga. Yo soy el que agradece el modo en que recibes mis obras.
EliminarTriste, poeta, pero deja sentir su encanto.
ResponderEliminarLa poesía se impregna de tristeza lo mismo que un pañuelo seca los ojos de lágrimas.
EliminarGenial Rafael, gracias.
ResponderEliminarGracias a ti por dejar tu comentario.
EliminarEl cubo de madera que se sume en el pozo...
ResponderEliminarUna metáfora del pensamiento...
ResponderEliminarCreo que en efecto puede verse así. Gracias, amigo.
EliminarMagnífico poema de amor en que el autor nos lleva prendidos del alma desde la primera nota de ese piano hasta la conclusión de la pieza. Realmente fantástico, de esos que a uno le gustaría escribir alguna vez y que con él ya te puedes sentir realmente poeta y autor consagrado. Un placer leerte siempre, pero hoy más, yo tampoco tengo padre y lo hago propio en mi corazón. Gracias mil por tal belleza.
ResponderEliminarSe es poeta porque no se puede ser otra cosa. Pero el reconocimiento de lectores como tú hace que la condición de poeta no se viva en soledad. Sólo por eso merece la pena mantener abierto mi blog y hacer amigos con él. Muchas gracias por la valoración que has hecho de mi poema.
EliminarHermoso poema y también la imagen que lo acompaña.
ResponderEliminarGracias, Roberto, por venir a visitarme como siempre.
EliminarYa sabes que me gusta hacerlo, tus escritos nunca defraudan
EliminarPues entonces confío en mantener ese nivel. Un saludo.
EliminarMuchas gracias siempre por acordarte de mí.
ResponderEliminarDe nada, para mí es siempre un placer.
EliminarParece que febrero es un mes con incognita ... Mi padre murió un 24 de febrero.
ResponderEliminarLas ausencias tienen las notas del viento y la memoria, hilos de recuerdos que se cuelgan de corazón y los habitan para siempre. Precioso!
Abrazos, Rafael.
La pérdida de nuestros seres más queridos deja una huella imborrable. La poesía sólo la hace más evidente. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo.
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