viernes, 14 de junio de 2013

AL CRISTO DE LOS FAROLES




                                                               Por tu renombre te busqué. Mi anhelo
                                                               era más el prurito del artista.
                                                               En tu plazuela al detener la vista
                                                               te hallé en el cáliz de la cal y el cielo.

                                                               A vísperas tocaban... Alto velo
                                                               de noche cordobesa, quimerista,
                                                               empezaba a caer. Con su amatista
                                                               el cerrado fanal sembraba el suelo.

                                                               De pronto me sentí como desnudo.
                                                               Una interior alondra balbucía
                                                               contemplándote en piedra, recoleto.

                                                               Mi alma se libraba de su nudo.
                                                               Y, española y cristiana, respondía
                                                               al incitarle tu suplicio quieto.

                                                               (De "Justa medida").


 

11 comentarios:

  1. Hay momentos de una emoción tan intensa que se salen de la atropellada corriente del tiempo y quedan detenidos para siempre.
    Este fue uno de ellos.

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  2. Veo cuatro fases en este poema: la evocación de la visita a un lugar, la recreación de su atmósfera, la reacción que te suscita y la explicación de esa reacción. Todo está muy bien. Pero lo que no comparto es el sentimiento religioso ¡qué le vamos a hacer!

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    1. Entonces bastará con compartir la belleza, más allá de lo que cada uno crea. Tu comentario, como es habitual, muy atinado. Gracias.

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  3. Adriana Gutiérrez17 de junio de 2013, 21:53

    EL POEMA ES PRECIOSO DE VERAS!!!

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    1. Gracias, Adriana, es un placer tener lectores como tú. Y saludos para tu Córdoba "argentina"...

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  4. que apasionadamente escribes y te vuelcas en todo!! me gusta muchísimo el nuevo soneto..

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    1. La pasión, Julia, es el fluído vital que hace que la poesía esté viva y camine.

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  5. No cabe ninguna duda de que te dejas atrapar por la belleza haciéndote absolutamente apasionado. No importa cual sea el motivo, religioso, profano, lo cierto es que tu sabes plasmar la emoción de un sentimiento y de contagiarnosla a todos los que nos gusta recrearnos en lo que entendemos que es buena poesía.

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    1. Dices bien que el motivo para mi inspiración puede ser religioso o profano. Pero en cualquier caso los dos se confunden en un único y superior culto a lo que es hermoso. Keats, un admirable romántico inglés, dejó escrito hace doscientos años: "La belleza es verdad y la verdad belleza: eso es todo y no otra cosa necesitáis saber sobre la tierra". Esta es la creencia que yo profeso y en este blog la compartiré con todos vosotros...

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  6. Todo lo que hace que nuestro corazón salte exaltado es hermoso. Yo amo al Cristo de Calatorao. No sé si es una brizna de fervor religioso que queda en mí desde mi infancia o solo el cariño que me embriaga cada vez que le recuerdo. Tal vez por lo que tu dices: porque siempre que le miro solo veo verdad y belleza.

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    1. Los caminos del corazón son misteriosos y algunas veces desembocan en algo que no esperas. Pero la aventura de seguirlos bien vale la pena. En cada uno de nosotros hay un libro que apenas hemos empezado a hojear. Cuando lo leamos del todo nuestra vida se habrá cumplido...
      Gracias, Merche, por tus amables palabras.

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